Veganismo: De los Márgenes al Mainstream

El movimiento de la compasión llegó para quedarse.

El veganismo ha pasado de ser un movimiento de pocos a una elección de estilo de vida de muchos. A lo largo de este proceso, también se ha convertido en una industria multimillonaria que mueve más de 4 millones de euros al año y ya forma parte de la agenda del Foro Económico Mundial.

La revista Forbes reporta que el número de consumidores estadounidenses que se identifican como veganos aumentó del 1% al 6% entre 2014 y 2017, lo que representa un incremento del 600%, según GlobalData. Los datos revelan un creciente interés en los alimentos de origen vegetal por parte de los consumidores que no se consideran vegetarianos o veganos.

El auge de la industria alimentaria vegana está cambiando las formas y generando un impacto positivo en cada vez más personas del mundo entero.

Los millennials son los impulsores centrales de este cambio mundial alejado del consumo de los productos derivados de animales. Pero el movimiento basado en las plantas es más grande que cualquier generación. Todos, desde celebridades hasta compañías enteras, incluyendo Google, y países tan grandes como China están apoyando el movimiento para comer más alimentos basados ​​en plantas.

Cerca del 20% de los mexicanos ha abandonado la carne para pasar a ser vegetarianos o veganos, según información brindada por el Gourmet Show, uno de los primeros festivales gastronómicos de México. En 2016, un estudio realizado por la consultora Nielsen señaló que es el país donde más personas dicen seguir dietas vegetarianas (19%), flexitarianas (15%) y veganas (9%). Es decir que, el 28% de los mexicanos ha afirmado no consumir carne. Si en un país con 120 millones de habitantes, los vegetarianos superan los 24 millones, entonces México en el país de América Latina con el mayor número de vegetarianos y veganos, seguido de Brasil y Perú, según los datos de la consultora. Pero la Argentina no se queda atrás.

Argentina alberga el primer supermercado vegano de Latinoamérica, que trabaja directamente con los productores de alimentos a fin de prescindir de los intermediarios y de ofrecer precios más competitivos. Se trata de acortar la brecha entre la huerta y la mesa. Además, los productos libres de agrotóxicos se van instalando en el mercado aunque aún representan una inversión algo más elevada para los compradores.

Quienes optan por ir a base de plantas lo hacen por varias razones, pero los principales motivos son tres: el amor hacia los animales, el planeta y la salud personal. Más allá de las causas, los desafíos llegan con la decisión de adoptar nuevas tradiciones y hábitos a ser instalados de por vida. Ya no se trata de un movimiento contra-cultural sino de una corriente principal.